En la escena los restos de un barco oxidado.
El mar de Aral que se creía inagotable ha desaparecido.
Minsk y Skirlack afrontan así la creación de una atmósfera extraviada y juegan a recrear el mar donde ahora sólo hay arena.
Una rueda de bicicleta a modo de timón.
Un pez de madera como compañero de tripulación.
Un náufrago buscando su destino con un mapa.
Un capitán que descansa en una maleta.
Tales son algunos de los ingredientes de esta fábula en la que tres personajes, en una atmósfera de fin del mundo, recrearán la génesis del mar.